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Hoy es el décimo día de nuestro viaje: La Ruta de las Crestas. Comienza un día muy nublado y más frio de lo habitual. La salida prevista es a las nueve. Llegamos felices, alegres y muy bulliciosos, parece que la nube que nos cubre nos anima a parlotear y entre risas y charlas, hacemos el cambio de asientos. No conseguimos acoplarnos hasta las 9’10, momento en que comenzamos la excursión. |
| Juanma, como de costumbre nos informa de las visitas que vamos a realizar, con su puntito de ironía, dado que hoy es un día de recorrido totalmente paisajístico y la niebla de momento nos impide ver incluso la carretera. En primer lugar hacemos la visita de la localidad de Kaysersberg, sugerencia de Patrique, uno de sus pueblos favoritos, y realmente no nos defrauda porque a todos/as nos ha gustado mucho, tanto, que se amplió el tiempo previsto de estancia. |
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En él nació un premio Nobel de la Paz: Albert Schweitzer. Se encontraban en pleno montaje de un Mercado Medieval, en el que los habitantes del pueblo participaban con atuendos de la época y la juventud realizaba un juego sacado de Harry Potter. A destacar a parte de su maravilloso entorno natural, su fábrica de vidrios y sobre todo el interior de su Iglesia Parroquial A las 12’45 nos desplazamos hacia el parquin, zona también de autocarabanas, donde comemos nuestro consabido picnic, con un aperitivo previo de vino y jamón. El día no despeja, y aunque nuestro destino es la ruta de las Crestas, hacemos tiempo para ver si se aclara y nos proponen subir pero parándonos, por sugerencia de nuevo de Patrique, en una casa donde se elabora de manera artesanal aguardientes y licores. Seguimos nuestro camino hacia el Puerto de Bonhomme que es donde comienza realmente La Ruta de las Cresta, estamos a 10º y son las 15’01 h. Conforme íbamos subiendo la temperatura bajaba hasta llegar a los 4º y la niebla seguía sin dejarnos ver absolutamente nada, ni Lago Blanco, ni Jardín de Altura ni “rien de rien”, pero nuestra capacidad imaginativa nos hacía disfrutar igualmente. Juanma nos informa que este tramo de carretera que va desde Col de Bonhomme hasta Col de la Schlutcht, en invierno se convierte en una pista de esquí de fondo. Al regreso como es muy temprano, nuestro guía nos propone hacer una parada en el pueblo de Munster, que todos los días pasamos de largo, aunque es el más cercano a nuestra Residencia. A la llegada a nuestro “hogar”nos esperaba un pastelero para enseñarnos a realizar un Bretzel y un Kougelhopf recetas típicas alsacianas. Terminamos el día con la fiesta sorpresa preparada por unos compañeros/as de la Tribu. Cronistas: Griselda, Ludi, Mª Pura y Charo Matamala (¡es que hay otra Charo!) |
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